Luego de leer el artículo "De ‘sin papeles’ a héroe en París por salvar rehenes del comercio judío”. Describa cómo la misma historia pudiera haber sido abordada desde un enfoque más “tradicional”, es decir, centrándose principalmente en las víctimas y victimarios. Además de cómo considera que este segundo enfoque influiría en la percepción de los lectores, acerca de los hechos narrados.
Para participar, publique su ejemplo en el panel de discusión "De ‘sin papeles’ a héroe en París por salvar rehenes del comercio judío" a continuación.
Se te invita a compartir tus comentarios sobre las publicaciones de dos de tus compañeros también.
UNIDAD 2: Discusión a la lectura del artículo "De ‘sin papeles’ a héroe en París por salvar rehenes del comercio judío”
2 Respuestas
Usualmente, el título de la nota hubiera sido "Toman supermercado judio". Se hubiera hecho enfasís en el agresor, en la hora a la que realizó el atentado, en cuantas victimas hubo, etc. Gracias a que se trata de una nota de periodismo constructivo, la historia gira entorno a la historia de Lassana Bathily, explica cómo llegó a París, el proceso que pasó para no ser expulsado y cómo ayudó para la solución del conflicto. Esta nota no omite la parte del crimen, sino que se concentra en cómo se solucionó para funcionar como plataforma de inspiración para otros jóvenes y dar el mensaje de que los inmigrantes no representan una amenaza.
Hola, bueno, creo que todos estamos acostumbrados a ver noticias de ese tipo desde la perspectiva tradicional. Lo típico es centrarse en las víctimas y condenar a los verdugos abriendo aún más la brecha que existe entre unos y otros y polarizando opiniones, que es lo que vende y lo que más atrae la atención sin pararse a entender las razones o motivos que han podido provocarlo.
Cuando fue lo de Charli Hebdo, recuerdo que me quedé helada. No apruebo la violencia ni creo que sea la solución para arreglar ningún conflicto, más bien al contrario. Pero tengo que admitir que me chocó mucho que todos los medios hablasen de los atentados y ninguno le dedicase un momento a reflexionar sobre las caricaturas de Mahoma que los provocaron.
La religión musulmana condena la idolatría, es decir, tienen prohibido adorar a su Dios y al Profeta a través de imágenes u objetos y en consecuencia, tampoco pueden reproducirlas ya que para ellos venerar o reproducir una imitación significaría una traición a su verdadero Dios.
Si partimos de esa premisa y a eso le añadimos que las imágenes representadas, además de atentar contra sus creencias más intrínsecas, carecían de una total y absoluta falta de respeto hacia su Dios y su Profeta, es más fácil entender los verdaderos motivos que originaron el conflicto y ocasionaron una ola de islamofobia y radicalización que se extendió por todo el territorio francés y parte del mundo.
Bajo mi punto de vista, un buen artículo de periodismo constructivo hubiera sido abordar el tema desde el enfoque del respeto mutuo de las creencias y de todo aquello que no podemos entender y permitir también que aquellas personas que pudieron sentirse heridas con las imágenes pudieran expresar su tristeza o decepción al verlas.
El artículo del módulo 2 no solo es pertinente y constructivo sino que además aporta una visión objetiva alejada de los radicalismos en la que muestra a las personas más allá de cualquier fanatismo o religión abogando por la paz y el entendimiento entre las naciones de una manera sutil a través de una historia en la que el intercambio de papeles nos sorprende y emociona. Consigue captar nuestra atención porque nos presenta una realidad paralela y a la vez diferente de la que estamos habituados a ver en las noticias. En un escenario en el que musulmanes e islamistas se confunden para convertirse todos sin distinción en los malos de la película, Lassana Bathily, desafía nuestro sesgo de generalización imponiéndose indefectiblemente como el héroe de esta historia.
En una noticia como esta puede ser muy fácil para los medios de comunicación apuntar papeles como el de villano y la víctima, minimizando lo que pasó a Lassana y enfocándose en echarle la culpa a alguien más o también aprovechar para imponer la idea de algún movimiento.